Jueces y magistrados creen que el poder judicial no garantiza su independencia
El poder encierra en corazas a quienes les hace sombra. El juego es perverso, consiste en prodigar favores a quienes bailan al son de los dueños de la flauta. Pero siempre quedarán hombres y mujeres decentes, gente normal que no ha sufrido saqueos ni sabotajes, colegas cansados que se mirarán en el espejo cada mañana y descubrirán con asombro el rostro del fracaso. A veces llegará la tentación de enturbiarse a cambio de poca cosa. Al principio sólo es necesario mirar hacia otro lado o apaciguar una voz airada con un asentimiento de cabeza. Más tarde siempre acude una anatomía helada que exige sus réditos.
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Veobesillo -
Silvia -
Remartín -
Veobesillo -
Silvia -