Los derechos y deberes de los inmigrantes en el centro del debate político
Los cuerpos templados negocian con la carne ajena. En las galerías del deseo se arrastran turbias sombras que evocan el tiempo de los esclavos. Esos puñados de hombres y de mujeres que trabajan y madrugan como tú y como yo no merecen el trato cobrizo de los imperios. El mundo se ha quedado viejo y no entiende que a todos nos iguala la ley, el impreso de la cotización a la seguridad social y el seguro de desempleo. Lo demás es xenofobia.
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Veobesillo -
Marta -
Máximo -
Raquel -
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