Pelele
Malandrines, malvados, ¡dejadme en paz!. ¿Qué sacudidas son estas que salen a mi encuentro?, ¿qué sandeces me anochecen y me parten?. ¡Deteneos de una vez!, que si me dejáis camino, juro que haré maravillas y os traeré venturas. Fatigadita estoy de estos rigores y estrecheces que no me dejan ni echar un trago. Por vuestro mal le nacieron alas a la hormiga, detrás de vuestros gestos y cruces está el diablo. ¿Acaso no me veis más salida que la pala y el azadón?, ¿deseais acaso mi muerte priesa y molida?. Exijo un trujamán que anote mis palabras: Yo no estaré más cautiva de mí misma, en boca de encantados que azucen mis ruina. A pie firme estoy dispuesta a batirme con un palo, a partir los dientes y a moler huesos de quien me toque con las manos sucias y mohínas. ¡Máscaras de farsantes, alejaos!, que soy yo de natural más de cascabeles que de incordios y vosotros, mancebos de muerte, me maltrecháis las costillas con rebuznos más propios de jumentos que de hidalgos.
Doctorcito, dígame como me limpio el polvo de esta nube oscurecida, de esta telaraña tonta y falta de memoria. Alumbre mi entendimiento, que de voluntad ando tan flaca, que requiero fortalecer mi corazón y mi valentía.
8 comentarios
TArik -
Jordi -
REMARTIN -
Quijote -
Veobesillo -
Yo he conocido a Sancho, a Rocinante, al rucio (tantos son ellos), pero nunca ví a Don Quijote.
Piti -
Piquito -
El rey -