El pintor de batallas
Pérez Reverte acaba de publicar un nuevo libro y ardo ya en deseos de tenerlo entre mis manos, que toda letra de ese hombre es limpísima y pulcra y no necesita la música de chirimías para sentarse a mi mesa. Este es mi mejor geómetra y le tomó bien la talla a mis hijos que, sin predicar, bien sabe de qué esta hecho el barro de la canalla y conoce la buena estopa que a mí me dieron con máquinas y malas trazas. Ahora no me mira a mí, que en su cuero lleva escrita una historia de batallas más recientes que en las que yo combatí, pero bien que busco yo en sus alforjas para reconocerme, que en su mirada grave caben las locuras del hombre y sus desvaríos de muerte. Observa astros y guarda rumbos, así es que sus dibujos del infierno nada saben de padrenuestros ni de avemarías, sino de humillaciones y rostros demacrados que viven con el temor de ser capturados o de morir de un arcabuzazo. Ha escrito un rastro de sangre y en él bien se reconoce mi memoria.
3 comentarios
Palmerín -
Gabriela -
LeeTamargo -
LeeTamargo.-