El fraude filatélico afecta a 350.000 clientes

Los estafadores cuentan siempre con la secreta ambición de quienes creen que un poco de plata bien invertida los hará ricos. Es la vieja creencia en la exacta gravitación del juego de la ruleta, cuya bolita convierte a los pobres en millonarios el tiempo justo que pasa desde que recogen las fichas del tapete hasta que la impaciencia les hace apostar de nuevo. Son modos y símbolos eternos, la promesa de fastuosos beneficios a cambio de muy poco, la timba que vislumbra el final de la miseria y que siempre acaba regando de cadáveres la sala de juego. El trile se hace cada vez más sofisticado, pero no se desgasta, sigue cautivando a los ojos incautos que se afanan persiguiendo una sombra hueca.

2 comentarios

[Veobesillo - 11 de mayo de 2006 - 10:35]

En economía, la fe mueve montañas, así que si todos creen que los sellos van a subir de precio, subirán de precio. Ahora, todos piensan que los sellos no valen ni un duro, por lo que será un buen momento para que los filatélicos pongan al dia sus colecciones, consiguiendo los ejemplares que les faltaban a buen precio.
Vamos a ver que pasa cuando todo el mundo deje de creer que la vivienda siempre se revalorizará.

[Dash - 10 de mayo de 2006 - 23:33]

Mejor criticamos a los hijos de puta que han estafado que a los pobres que han perdido los ahorros.