La ONU califica la producción de biocombustibles como crimen contra la humanidad
Mantener la alegría y el despilfarro energético de los países ricos acaba estrangulando a los más pobres. El relator especial de la ONU para el Derecho a la Alimentación, Jean Ziegler, ha calificado la producción masiva de biocombustibles de "crimen contra la Humanidad" por su impacto en los precios mundiales de los alimentos. Ziegler sostiene que el uso de tierras fértiles para producir cultivos destinados a fabricar biocarburantes ha reducido las superficies destinadas a los alimentos, desencadenando que se dispare su precio.
El director general del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, cree que producir biocombustible a partir de alimentos establece "un verdadero problema moral", cuando los países pobres se enfrentan a una grave crisis alimentaria. "El problema energético del planeta, que es muy importante pero que no se resolverá con los biocombustible, pues los motores de hidrógenos serán mucho más eficaces de aquí unos años, debe compararse con el hecho de que la gente va a morir de hambre". "En lo que se refiere a los motines del hambre, lo peor está por venir (...) todo esto es extremadamente grave", destacó Strauss-Kahn, para quien la crisis alimentaria conlleva "riesgos de guerra".
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