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España en el diván

Egipto

Egipto

No sé de qué presume la vieja Egipto, siempre doliente y entre quejumbres; que si ella saca tumbas milenarias de sus entrañas, no seré yo la que la mire a hurto, que mejor terruño tuve y bien regado de cadáveres anda todavía. Asimesmo se lo digo, que si puedo, le regalaré a sus momias alguna burla mostrándole mi brazo y mi mano de Santa Teresa, que incorruptas permanecen, o mi imagen sin mácula de la Almudena, que la trajo el apóstol Santiago de Jerusalén, se la dio a San Calocero y quedó emparedada tres siglos en un muro entre velas encendidas. Hasta tengo una momia niña en una iglesia Maderuelo con zapatos y todo. ¡Chúpate esa Egipto!, que tú nunca tuviste ni velas ni presbíteros y no se de qué te andas tan ufana, que yo también tuve mi mocedad de yelmo, morrión y celada de encaje; y en milicia, así, así, andamos, que yo me llevé mis coscorrones, pero tú saliste peor parada.

4 comentarios

yo -

No te preocupes, España, tú también tienes tus momias: Sara Montiel, Marujita Díaz... ¡qué mas quisiera Tutankamon!!!

Veobesillo -

A mi todo eso de las momias egipcias y los brazos segovianos incorruptos me huele muy mal. Egipto y España degradan su presente, lastradas por su penoso pasado.

Candi -

Pues yo me quedo con Egipto, con todas sus momias y faraones antes que con la España cañí.

Piquita -

Dí que sí España, que nada tienes tú que envidiar a esa arpía.