El copropietario de El Bulli reconoce que parte de su éxito consiste en copiar a la cocina francesa

La cocina ha dejado de ser reconocible y las pócimas sustituyen a la materia orgánica. El éxito no es el producto, sino el envoltorio, la propia idea. Platón en estado puro inspira que una tortilla de patatas se transforme en su aroma o en un caldo. Velazquez y Antonio López cocinan un asado de ternera, mientras Picasso y Warhol inventan su propia vaca. Los simbolistas caminan al filo de una navaja que deja a un lado lo genial y al otro la vulgaridad. Las obras perdurables siempre tienen puntos suspensivos.

3 comentarios

[Veibesillo - 29 de febrero de 2008 - 10:49]

Lo cortés no quita lo valiente. El huevo frito con patatas es una delicia, pero también están muy bien algunos de los sofisticados platos de Adriá. Newton describió las leyes básicas de la física, mientras que Ramón y Cajal tan solo la Teoría de la Neurona, pero eso no lo hace merecedor de crítica o menoscabo, ¿no? De hecho, Cajal recibió un merecidísimo Premio Nobel, a pesar del poco apoyo que habia recibido en su propio país. A otros niveles, más cotidianos, con Adriá pasa lo mismo: Está siendo reconocido en España después de que el resto del mundo lo alabe. Y es que nadie es profeta en su tierra.

[Ximo - 26 de febrero de 2008 - 12:52]

Todo es marketing. Un huevo con patatas le da cien vueltas al "aroma de patatas en su huevo constreñido de salsa de bogavantes".

[Veobesillo - 26 de febrero de 2008 - 09:39]

No cabe duda de que Ferrán Adriá es un creador, un artista de la cocina. Asumir lo de la nueva cocina francesa no menoscaba su valor creativo. Pega aquí la frase del genial Newton: Llegué tan alto porque me aupé a lomos de gigantes.